martes, 15 de octubre de 2019

Roscas


Las roscas estaban entre los dulces más apreciados. En El rufián dichoso cervantino se mencionan las de Utrera:
La lujuria está en el vino,
y a la crápula y regalo
todo vicio le es vecino.
Antonio Yo, en ayunando, estoy malo,
flojo, indevoto y mohíno.
De un otro talle y manera
me hallaba yo cuando era
en Sevilla tu mandil;
que hacen ingenio sutil
las blancas roscas de Utrera. (Cervantes. Rufián dichoso. Alcalá de Henares: Centr, Est. Cerv. ; 413)
Asimismo, son testimonio de su celebridad estos versos de un romance de don Luis de Góngora:
… vn platillo de ensalada
de yerbas trecientas mil;
entre dos roscas de Vtrera
que por estos ojos vi,
vnas lonjas de tocino
como corchos de chapín:
desde aquí a las aceitunas
no les dio merienda assí
el bruto Sardanapalo
al gran Turco ni al Sophí. (Góngora, L. Romances. Antonio Carreira. Barcelona: Quaderns Cremà (Barcelona), 1998; p. 475-476)
En La Lozana andaluza, Aldonza también sabía hacer todo tipo de frutas de sartén: hojuelas, pestiños, rosquillas de alfajor, tostones de cañamones y de ajonjolí7 , nuégados, sopaipas, hojaldres, hormigos torcidos con aceite, talvinas, zahinas, etc. (Delicado, 178).

Ingredientes:
  • 4 huevos, 250 g azúcar, 
  • ralladura de 2 limones (sólo la piel), 
  • 1,50 l de aceite, 
  • 1 k de harina, 
  • 3 copitas de cazalla, 
  • 1 cucharada de levadura en polvo, 
  • 50 g de anises en grano.
Modo de hacerlas:
  1. Se pone en una sartén litro y medio de aceite. Se  desahúma con una corteza de limón hasta que se dore. Se doran los anises en grano en el mismo aceite (se puede hacer poniéndolos en un colador e introduciéndolos en la sartén). Se retira la sartén para que se enfríe el aceite. 
  2. Se baten los huevos hasta que queden espumosos, y se añade poco a poco el azúcar batiendo mucho la mezcla. Se incorpora la ralladura de limón, la cazalla, los anises fritos y medio vasito del aceite reservado; posteriormente la harina, poco a poco, con la levadura bien mezclada. Una vez conseguida la masa homogénea, se espolvorea la mesa con harina. Se trabaja bien la masa y si queda pegajosa se añade más harina, hasta que quede consistente y se despegue. Conviene trabajar mucho la masa para que la rosquilla quede muy fina. Se deja reposar un poco. Mientras se pone el aceite al fuego, cuando está muy caliente, se hacen rosquillas con la mano y se fríen por los dos lados. Al sacarlas se dejan escurrir el aceite y se bañan en azúcar glasé. Cuando estén frías se meten en una caja de cartón.

(7) Ajonjolí: «Especie de semilla que comúnmente se llama Alegría y también ajonjolí. Es voz Arábiga» (Autoridades).

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