1/2 taza de nueces picadas (nueces, pecanas, etc.)
1/2 taza de jugo de naranja
Preparación
Precalentar el horno: 325°F (165°C). Engrase y enharine un molde de 9x5 pulgadas.
Batir la mantequilla y el azúcar: En un tazón grande, combine la mantequilla y el azúcar hasta que estén suaves y esponjosos.
Bata los huevos uno a la vez y luego agregue la vainilla.
Combine los ingredientes secos: en un recipiente aparte, bata la harina, el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio, la sal, la canela y la nuez moscada.
Combine las mezclas: agregue gradualmente los ingredientes secos para humedecerlos, mezclando hasta que se combinen.
Agregue frutas y nueces: agregue las frutas secas y las nueces picadas.
Agregue jugo de naranja: vierta sobre la mezcla, revuelva suavemente hasta que esté bien incorporado.
Hornear: Vierta en un molde para pan, alise la parte superior. Hornee durante 70-80 minutos. Deje enfriar en el molde durante 10 minutos y luego sobre una rejilla.
Derretir la manteca, el queso crema y la leche a fuego lento mientras vamos revolviendo con una espátula.
En un bol aparte batimos las yemas y las vamos agregando la mezcla de manteca, queso crema y leche. Mezclamos.
Le agregamos la harina y la maicena tamizadas.
Con las claras vamos a hacer un merengue francés: batimos las claras a punto nieve y vamos agregando el azúcar por partes. Seguimos hasta que se forme un merengue firme y brillante. Hay quienes dicen que para darse cuenta que está en su punto exacto hay que dar vuelta el bol… No lo recomiendo, ya nos veo limpiando el piso todo pegote después! Con que el merengue se sostenga en las aspas de la batidora sin caer es suficiente.
Llegó el momento de tensión: unir las dos preparaciones. Tiene que quedar una mezcla bien unida y a la vez no se puede perder el aire del merengue porque estamos fritos! Para eso hay que dejar de lado las varillas de la batidora, agarrar la espátula y muy suavemente integrarlas con movimientos envolventes, siempre en la misma dirección. El aire tiene que ser tu mejor amigo, no lo lastimes ni le hagas mal que sin él no somos nada.
Volcar la preparación en un molde totalmente cubierto de papel aluminio y/o manteca (por fuera con aluminio y por dentro manteca, según cuenta la leyenda así no se baja así que corroborar en el video como lo hicimos así sale perfecto!). Fíjense que esté bien cubierto así no entra nada de agua cuando lo pongamos a baño María.
Llevar a baño María en un horno precalentado a 165º por 25 minutos (pongan el timer!) y luego bajar el horno a 140º y cocinarlo 55 minutos más. Más o menos, depende de sus hornos. El cheesecake japonés debe quedar dorado por arriba. Puede tardar más así que estén atentos y tengan paciencia.
Una vez que esté, apagar el horno, abrir un poquito la puerta y dejar que se enfríe ahí. No sacar antes así no se deforma. La paciencia es un don de los santos dicen amigos y amigas. Y vale la pena esperar, se los prometo. Una vez frío lo sacamos y desmoldamos.