La pizzella es originaria de la región de los Abruzos, en el centro-sur de Italia. Su nombre procede de la palabra pizze (‘redondo’, ‘plano’), siendo conocida como ferratelle en el Lacio y Molise. Muchas otras culturas han desarrollado una receta similar (por ejemplo, el krumkake noruego). Se sabe que es una de las galletas más antiguas, y se cree que procede del antiguo crustulum romano.
La masa se introduce en una plancha de barquillos, que es parecida a una gofrera. Ésta se sujeta sobre la cocina, si bien existen también modelos eléctricos. Típicamente, la plancha imprime un dibujo de copo de nieve en ambos lados de la ferratella, que se cocina hasta dorarla y queda crujiente cuando se enfría. También puede encontrarse ya preparada en comercios.
La pizzella es popular en Navidades y Semana Santa. También se encuentra a menudo en las bodas celebradas en Italia, junto a otra repostería tradicional como el cannoli. Es frecuente elaborar un emparedado con dos barquillos o pizzelle, untándolos con crema de cannoli (requesón mezclado con azúcar) o de avellana. La pizzelle también puede enrollarse mientras está caliente con la ayuda de un palo para crear conchas de cannoli.
Ingredientes
- Harina 300 gramos
- Azúcar 90 gramos
- Vino blanco 60 gr.
- Aceite de girasol 70 g
- huevos 3
- suficiente anís
- Limón (ralladura) ½
- Rompe los huevos en un bol grande y bátelos con unas varillas junto con el azúcar.
- Añadimos a la mezcla 60 g de aceite y el vino, batimos los ingredientes con unas varillas y añadimos las semillas de anís y la ralladura de limón.
- Tamiza la harina y agrégala a la mezcla poco a poco, mezclando los ingredientes con una espátula.
- Engrasa la típica plancha con el resto del aceite y déjala calentar al gas a fuego lento por ambos lados. Cuando la plancha esté bien caliente, vierte aproximadamente media cucharada de mezcla en el centro.
- Cierra la plancha y cocina el gofre hasta que esté dorado. Gira la plancha varias veces para que la ferratella se cocine uniformemente. Dejar enfriar.