Este tipo de elaboración es muy antiguo, su forma redonda y color dorado representa el Sol, por este motivo era uno de los platos principales de las fiestas paganas. También los daban a las mujeres que acababan de dar a luz y los servían en bodas y funerales. Los blinis estaban presentes en sus vidas desde el comienzo hasta el fin.
Los blinis sirven de base para diferentes elaboraciones tanto saladas como dulces, la receta más conocida es la de acompañarlos con crème fraîche, salmón ahumado y caviar. Aunque admite infinidad de combinaciones, con diferentes pescados ahumados como el arenque, trucha, esturión con mermeladas, compotas, incluso rellenos de frutas. Cómo veis una receta que podemos usar para presentar cualquier aperitivo o una rica merienda.
Ingredientes
- 150 g de harina
- 150ml de leche
- 2 huevos
- 15gr de levadura fresca (la mitad de levadura si es seca)
- 100 g de nata fresca o crema agria
- 1 cucharadita de sal
- Mantequilla (para engrasar)
- Separamos las claras de las yemas y reservamos.
- Calentamos le leche un poquito sin que llegue a hervir, una vez caliente añadimos la levadura y removemos bien hasta que quede disuelta. A continuación incorporamos la nata fresca, las yemas, y batimos.
- En un bol ponemos la harina y la sal.
- Incorporamos lentamente a la harina la mezcla de la leche, batimos hasta conseguir que todo los ingredientes estén bien integrados y quede una masa espesa. Cubrimos con un paño y dejamos reposar a temperatura ambiente durante una hora aproximadamente para que aumente de volumen. Está lista cuando veamos que la superficie está llena de burbujitas.
- Montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a nuestra masa, mezclamos con movimientos envolventes, dejamos reposar nuevamente durante dos horas.
- Pasadas las horas de reposo engrasamos la sartén con un poquito de mantequilla y comenzamos a hacer nuestros blinis. Dependiendo de como os gusten tenéis que poner más o menos masa para que salgan con el grosor deseado. Una vez la masa en la sartén tenéis que esperar a que comiencen a salir burbujas en la superficie, una vez las veáis es el momento de dar la vuelta, lo dejáis un minuto, dos aproximadamente y sacais. El fuego no debe estar muy alto, cocinarlas a fuego medio.