domingo, 5 de mayo de 2019

Blinis

Los blinis son unas tortitas de origen ruso a base de harina de trigo, leche y levadura, puede comerse bien frita o cocida al horno. Es una de las recetas más típicas rusas, se conoce tambien  en diferentes países aunque con otros nombres, viene a ser la en nuestra cocina el equivalente a la tortita o crepes.
Este tipo de elaboración es muy antiguo, su forma redonda y color dorado representa el Sol, por este motivo era uno de los platos principales de las fiestas paganas. También los daban a las mujeres que acababan de dar a luz y los servían en bodas y funerales. Los blinis estaban presentes en sus vidas desde el comienzo hasta el fin.
Los blinis sirven de base para diferentes elaboraciones tanto saladas como dulces, la receta más conocida es la de acompañarlos con crème fraîche, salmón ahumado y caviar. Aunque admite infinidad de combinaciones, con diferentes pescados ahumados como el arenque, trucha, esturión con mermeladas, compotas, incluso rellenos de frutas. Cómo veis una receta que podemos usar para presentar cualquier aperitivo o una rica merienda.

Ingredientes

  • 150 g de harina
  • 150ml de leche
  • 2 huevos
  • 15gr de levadura fresca (la mitad de levadura si es seca)
  • 100 g de nata fresca o crema agria
  • 1 cucharadita de sal
  • Mantequilla (para engrasar)
Preparacion

  1. Separamos las claras de las yemas y reservamos.
  2. Calentamos le leche un poquito sin que llegue a hervir, una vez caliente añadimos la levadura y removemos bien hasta que quede disuelta. A continuación incorporamos la nata fresca, las yemas, y batimos.
  3. En un bol ponemos la harina y la sal.
  4. Incorporamos lentamente a la harina la mezcla de la leche, batimos hasta conseguir que todo los ingredientes estén bien integrados y quede una masa espesa. Cubrimos con un paño y dejamos reposar a temperatura ambiente durante una hora aproximadamente para que aumente de volumen. Está lista cuando veamos que la superficie está llena de burbujitas.
  5. Montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a nuestra masa, mezclamos con movimientos envolventes, dejamos reposar nuevamente durante dos horas.
  6. Pasadas las horas de reposo engrasamos la sartén con un poquito de mantequilla y comenzamos a hacer nuestros blinis. Dependiendo de como os gusten tenéis que poner más o menos masa para que salgan con el grosor deseado. Una vez la masa en la sartén tenéis que esperar a que comiencen a salir burbujas en la superficie, una vez las veáis es el momento de dar la vuelta, lo dejáis un minuto, dos aproximadamente y sacais. El fuego no debe estar muy alto, cocinarlas a fuego medio.


Bizcocho de calabaza y nueces

Ingredientes
Para el bizcocho de calabaza y nueces

  • 250g de harina
  • 500g de calabaza
  • 2 cucharaditas de levadura en polvo
  • 2 cucharaditas de canela
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
  • 1/2 cucharadita de nuez moscada
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 180g de buttermilk (en las sugerencias te explico como hacerlo si no lo encuentras)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 225g de mantequilla sin sal250g de azúcar moreno
  • 3 huevos
  • 100g de nueces

Para el frosting

  • 250g de azúcar glass
  • 85g de queso tipo crema
  • 50g de mantequilla en pomada
  • 50g de nueces peladas
  • la ralladura de la piel de una naranja

Preparación

  1. Lo primero que tenemos que hacer es asar la calabaza. Ya que vamos a encender el horno aprovechamos y asamos la calabaza entera así podemos aprovechar el resto para cualquier otra elaboración. Solo necesitaremos 500g, una vez asada pesamos y guardamos el resto. Para asar la calabaza simplemente precalentamos el horno a 200º, ponemos la calabaza partida por la mitad en una bandeja (con la piel y semillas) y asamos durante 1 hora aproximadamente, dependerá del tamaño de esta. Vamos pinchando para comprobar si está lista y sacamos una vez lo esté. Retiramos las semillas y la piel (es más fácil así que en crudo) pesamos y reservamos.
  2. En un bol mezclamos la harina con las especias, la sal, las nueces troceadas y la levadura.
  3. En otro bol ponemos la mantequilla en pomada y el azúcar, batimos hasta tener una mezcla esponjosa.
  4. Una vez lista vamos incorporando los huevos de uno en uno, batiendo hasta integrarlos en la masa.
  5. Con ayuda de un tenedor aplastamos la calabaza para dejarla tipo puré, no pasa nada si queda algún trozo más grande, no queremos triturarla, solo hacerla un puré. La mezclamos con la buttermilk (abajo te explico como hacerlo si no lo encuentras) removemos hasta tenerlo todo integrado.
  6. Es el momento de mezclarlo todo, incorporamos la mezcla de la calabaza con la de la mantequilla y azúcar. Una vez que está todo mezclado añadimos la mezcla de la harina y amasamos con un procesador de alimentos hasta conseguir una masa homogénea.
  7. Engrasamos un molde desmoldable (24cm) y rellenamos con la masa. Puedes usar un molde más pequeño si quieres que tu bizcocho quede más alto. Ten en cuenta que el tiempo tambien puede variar.
  8. Horneamos durante unos 45 minutos más o menos. Lo que digo siempre, el tiempo depende del horno, pinchamos con una aguja hasta comprobar que esta salga seca. Debes tener en cuenta que este bizcocho es húmedo no lo hagas demasiado.
  9. Mientras se hornea nuestro bizcocho de calabaza y nueces y la casa se perfuma de manera natural, comenzamos a elaborar el frosting. Para ello ponemos la mantequilla en pomada en un procesador de alimentos y batimos, añadimos el azúcar glass tamizada y por último el queso junto con la ralladura de una naranja o mandarina. Batimos todo unos minutos hasta que nuestro frosting esté listo. Metemos en el frigo para conservarlo hasta que esté el bizcocho.
  10. Una vez listo nuestro bizcocho dejamos que se enfríe sobre una rejilla.
  11. Extendemos el frosting con una espátula por encima del bizcocho y decoramos con las nueces peladas.

Sugerencias

  • Si no encuentras el suero de leche o buttermilk, solo tendrás que mezclar 230ml de leche y 20ml de zumo de limón, remover y dejar reposar unos 10 minutos. El resultado es tu buttermilk o suero de leche, tiene la apariencia de leche cortada, no hace falta que lo cueles, simplemente remueve y estará listo.
  • Para el frosting puedes variar la ralladura de naranja por la de limón, o suprimirlo si quieres y poner vainilla, pero te aconsejo que no lo hagas ya que el cítrico le da un sabor especial.