Una galleta digestiva es una galleta semidulce, cuyo nombre procede de la creencia de que tenía propiedades antiácidas debido al uso de bicarbonato sódico en las recetas originales.
Las galletas digestivas se conocen al menos desde 1876, cuando aparecieron en anuncios publicitarios de Huntley & Palmers, apareciendo una receta en el New Universal Cookery Book de Cassell (1894).
La típica galleta digestiva contiene harina integral gruesa de trigo (lo que le da su característica textura y sabor), azúcar, aceite vegetal, gasificantes (normalmente bicarbonato sódico, ácido tartárico y ácido málico) y sal. También pueden añadirse en algunas variedades suero de leche seco, harina de avena, leche desnatada y emulsificantes como el E472e. Las galletas digestivas pueden no ser adecuadas para los alérgicos a los frutos secos o la soja debido a sus peculiares métodos de producción.
Debido a que se elaboran con harina de trigo contienen gluten, por lo cual están contraindicadas para los celíacos y alérgicos al mismo.
En Estados Unidos incluyen, como otros muchos alimentos, jarabe de maíz rico en fructosa. No sucede así en otros países, donde se emplea más azúcar natural, como es el caso de Nueva Zelanda o el Reino Unido.
Una galleta tiene de media 70 kcal, aunque esto varía según la forma concreta de producción.
Las galletas digestivas suelen tomarse con té, café, leche o cacao. A veces se mojan y se comen rápido por su tendencia a desintegrarse cuando se empapan.
Son también populares en repostería, para elaborar las bases de las tartas de queso y otros postres parecidos.
Ingredientes
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- 55 gr de harina de trigo,
- 170 gr de harina de trigo integral,
- 1 cucharadita de levadura química (impulsor),
- 1/2 cucharadita de sal,
- 110 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente,
- 70 gr de azúcar glasé,
- 50 ml (aproximadamente) de leche fría.
Preparacion
- Precalentar el horno a 175ºC y preparar un par de bandejas. Mezclar en un recipiente amplio las harinas con la levadura química y la sal. Añadir la mantequilla y trabajar con un mezclador de pastelería, estrujándola con las manos o usando un robot de cocina. Añadir el azúcar, mezclar e ir incorporando la leche, poco a poco, hasta conseguir una masa suave, maleable pero no muy pegajosa.
- Amsar ligeramente sobre una superficie limpia hasta conseguir una textura suave, añadiendo un poco de harina si fuera necesario. Estirar con un rodillo hasta dejar un grosor de unos 4-5 mm. Recortar las galletas usando un molde redondo o un vaso de unos 5-6 cm de diámetro.
- Repartir las galletas en las bandejas. Decorar pinchándolas con un palillo o brocheta, o con un molde de letras especiales con la palabra “Digestive” en el centro. Hornear, una bandeja cada vez, durante unos 15-20 minutos, hasta que se hayan dorado ligeramente. Esperar unos minutos fuera del horno y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla.