La almojábanas murcianas, típicas de Murcia y de la zona de la Vega, es una receta de origen árabe, pero que cuando en esencia es prácticamente una masa choux como la que se usa para hacer las lionesas o profiteroles.
Estas almojábanas murcianas, aún siendo un postre dulce y calórico por la cantidad de harina que llevan, son una alternativa mucho más saludable a cualquier pieza de bollería industrial, especialmente porque no llevan nada de azúcar.
Ingredientes
- Harina de trigo de uso común, 300 g
- Huevos M, 5
- Aceite de oliva virgen suave, 100 ml
- Agua, 275 ml
- Sal, 1 cucharadita rasa
- Miel, 100 ml
- Agua, 2 cucharadas
Preparación
- En un cazo ponemos a calentar el agua con el aceite y la sal hasta que hierva el conjunto.
- Retiramos del fuego y añadimos toda la harina de golpe para escaldarla y empezamos a remover hasta que se forme una masa que se despegue de las paredes del cazo. Con estas cantidades, debería ser inmediato, pero como no todas las harinas absorben la misma cantidad de líquido a veces puede que necesitemos poner el cazo de nuevo al fuego y remover un poco hasta que la masa esté lista.
- Cuando lo esté, a no ser que vayamos a amasar a mano, la pasamos al bol de la amasadora y la dejamos reposar unos 5 minutos para que pierda un poco de calor.
- Ponemos a funcionar la amasadora con el gancho de amasar a velocidad media y vamos añadiendo los huevos uno a uno. No añadimos el siguiente hasta que no esté completamente integrado el anterior.
- Cuando hayamos terminado con todos los huevos, tendremos que tener una crema lisa y brillante como si fuera para preparar profiteroles.
- Precalentamos el horno a 200ºC.
- Vamos poniendo montoncitos de masa bien separados sobre una bandeja forrada con papel de horno, nos mojamos el dedo, aplastamos los montoncitos y les hacemos el agujero en el centro. Lo típico es hacerlo así para que queden con esa forma rústica, al contrario que los profiteroles o las lionesas que suelen hacerse con manga pastelera.
- Horneamos durante unos 25 o 30 minutos a 200ºC hasta que estén completamente doradas.
- Las dejamos enfriar completamente y ya solo queda bañarlas en el almíbar de miel. Para eso, calentamos la miel con un par de cucharadas de agua hasta que hierva y vamos mojando la parte superior de cada almojábana en el almíbar hirviendo.