martes, 4 de septiembre de 2018

La Fermentacion

Tras el amasado, debemos dejar fermentar la masa, para que la levadura haga su función y la desarrolle. Por regla general se realizan dos fermentaciones, la inicial y la final, esta última ya con el pan formado en su forma final.
A este respecto, para las masas poco hidratadas y que incorporan masa madre, se suelen utilizar los banettones, que son cestos de mimbre o de pulpa de madera que ayudan a conservar la forma de las masas, ya que las masas preparadas con masa madre no suelen tener la fuerza de las que incorporan levadura y les cuesta mantener la forma durante el levado. También se utilizan para dejar marcados bonitos dibujos en la corteza que de otro modo resultaría imposible.
Para usar un banneton hay que tener presente que debe enharinarse concienzudamente, ya que de lo contrario la masa podría quedar adherida y desgarrarse al extraerlo, con la consiguiente perdida de aire. No son recomendables para masas muy hidratadas, ya que por muy bien que se enharinen, con tanta humedad tiende a quedarse adherida.
Tras la fermentación, solo quedará hornear, y ya tendrás tu pan listo y la casa llena de ese aroma tradicional de pan recién hecho. Ten en cuenta que los tiempos de fermentación y horneado variarán según la receta que elijas (tipos de harina, cantidades...).


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